miércoles, 23 de marzo de 2011

ROMANTICISMO: Goya, Delacroix, Friedrich, Géricault

   Surge a principios del Siglo XIX, en donde vemos que hay una reacción contra el espíritu racional e hipercrítico de la Ilustración y el Clasicismo.
    Favorece la supremacía del sentimiento, la tendencia nacionalista, el liberalismo, la originalidad y creatividad frente a lo tradicional y la imitación.
   Los pintores muestran una  temática de  paisajes, animales salvajes y domésticos, pintura costumbrista, la magia y la superstición. Acá  la figura pretende ser realista, no evitar mostrar el sufrimiento, la deformidad, la muerte.     
Predominó el óleo, pero también hubo un desarrollo de la acuarela, el dibujo y el grabado.

    Félix Nadar 1820-1910 portraits Eugène Delacroix.jpg
       Eugène Delacroix





    Pintor francés cuya obra constituye un gran exponente del romanticismo del siglo XIX y cuya influencia se extendió hasta los impresionistas. Delacroix nació el 26 de abril de 1798 en Charenton-Saint Maurice, y fue discípulo del pintor francés Pierre Guérin. Recibió una formación neoclásica dentro de la escuela del pintor francés Jacques-Louis David, pero su estilo se vio influenciado por el rico colorido y la opulencia de maestros anteriores, como Petrus Paulus Rubens y Pablo Veronés. También absorbió el espíritu de su contemporáneo Théodore Géricault, cuyas primeras obras representan la acción violenta, el amor a la libertad y el romanticismo en ciernes del turbulento periodo postnapoleónico. La carrera artística de Delacroix empezó en 1822 cuando su primer cuadro, Dante y Virgilio en los infiernos (1822, Louvre, París), fue aceptado en el Salón de París. En 1824 obtuvo un gran éxito popular con Las matanzas de Kíos (Louvre), que representa el tema heroico de la lucha de los griegos por la independencia. En 1825 viajó a Inglaterra donde estudió la obra de los pintores ingleses. La influencia de Richard Parkes Bonington, que pintaba con colores brillantes, se manifiesta en obras posteriores de Delacroix como La muerte de Sardanápalo (1827, Louvre). Esta exuberante obra de madurez, de gran colorido, violencia y fastuosidad, muestra a mujeres, esclavos, joyas y telas combinados en una composición delirante, casi orgiástica. El tema del cuadro es la decisión que toma un rey de la antigüedad de destruir sus posesiones (incluidas sus esposas) antes de suicidarse
    Su obra más romántica y tal vez la más influyente es La libertad guiando al pueblo, también conocida como La barricada (1830, Louvre), una glorificación semialegórica de la idea de libertad. Este cuadro, que le valió la Legión de Honor, confirmó la clara división entre la pintura romántica, que resaltaba la importancia del color y el espíritu, y el concurrente neoclasicismo (de cuyo desarrollo Jean Auguste Dominique Ingres fue una de las figuras prominentes), que hacía más hincapié en la importancia del dibujo y en el distanciamiento respecto al tema. Delacroix fue durante toda su vida el pintor romántico más importante de Francia. Un viaje al norte de África en 1832 le proporcionó un amplio repertorio temático que plasmó en más de 100 cuadros de gran sensualidad. Recibió además muchos encargos oficiales para hacer murales y decorar el techo de diversos edificios gubernamentales. Muchas de sus últimas obras, en especial las pinturas de animales, escenas de caza y temas marinos, son excepcionales, pero otras exhiben una cierta aridez en su ejecución y falta de inspiración. También ilustró varias obras de William Shakespeare, Walter Scott y Johann W. von Goethe. La técnica de Delacroix, de grandes contrastes de color, que aplicaba con pequeños golpes de pincel creando un particular efecto de vibración, influyó de forma importante en los impresionistas. También es célebre por sus Diarios, en los que se manifiesta su talento literario y expresa sus opiniones sobre el arte, la política y la vida. Delacroix murió el 13 de agosto de 1863 en París.


        ."El mar en los altos de Dieppe" (1852). París.



     Es sabido que el paisaje fue unos de los temas predilectos de los pintores románticos, porque en la representación de la naturaleza, muchas veces cambiante y tumultuosa, se sintetizaba mucho de la idea de llevar la emoción y los sentimientos al arte. Pero lo que me resulta especialmente atractivo de este autor fue su descubrimiento de que había un tipo de paisaje especial, que no requería más que poner atención en lo que la historia de cada día iba relatando: el paisaje de los seres humanos luchando por la libertad. Casi siglo y medio después de la muerte de Delacroix ese paisaje tan especial sigue igualmente vigente.


     Técnica: Óleo sobre cartón sobre madera


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